TI Empresarial tiene una misión primaria: apoyar al negocio entregando efectivamente aplicaciones y servicios digitales asociados a usuarios finales internos y externos. TI, sin embargo, históricamente no ha tenido medios precisos, económicos y ampliamente desplegables para monitorear la experiencia del usuario final (EUE por sus siglas en inglés)—que no sea escuchar directamente a los usuarios finales cuando EUE no cumple con sus expectativas.
Esto no quiere decir que TI no haya hecho intentos razonables a lo largo de los años de monitorear EUE. Las organizaciones de TI han adoptado una variedad de medidas para proteger la disponibilidad de aplicaciones y para optimizar los tiempos de respuesta de las mismas. Esas medidas han incluido agentes específicos a las aplicaciones, instrumentación de la infraestructura y simulación de EUE con transacciones sintéticas (vea “Close, But No Cigar,” p. 4). Pero cualquier evaluación honesta y sobria de la realidad de TI debe incluir la admisión que las operaciones de TI están mucho más enfocadas en proteger los diversos componentes del ambiente de TI que en proteger la experiencia del usuario final (EUE).
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